Prays del Olivo: qué es, cómo detectarlo y cómo combatirlo

Descubre cómo identificar el Prays del olivo en cada fase, cuándo tratarlo y qué métodos son más eficaces para proteger tu olivar.

El Prays del olivo (Prays oleae), también llamado polilla del olivo, es una de las plagas más habituales —y peligrosas— que afectan al olivar. Su ciclo de vida está tan bien sincronizado con el árbol que ataca en tres momentos clave del año: en otoño va a por las hojas, en primavera daña las flores y en verano revienta las aceitunas justo antes de cosechar. Y si no se controla a tiempo, puede dejarte sin producción y con más gastos que ingresos.

En este artículo vamos a ver cómo reconocer sus síntomas, cuándo es realmente necesario tratarlo y qué funciona de verdad. Todo explicado con claridad y sentido común, sin promesas milagrosas.

Las tres generaciones del Prays: por qué hay que entender su ciclo

Uno de los errores más comunes en el manejo del Prays es tratar sin saber en qué fase está la plaga. Y eso suele acabar en tratamientos inútiles y pérdida de dinero. Esta polilla tiene tres generaciones al año, y cada una ataca una parte distinta del árbol.

Detalle del adulto del Prays del olivo, mostrando su cuerpo alargado y coloración gris característica.
Ejemplar adulto

La generación filófaga, que aparece en otoño e invierno, pone los huevos en las hojas jóvenes. Las larvas hacen galerías dentro de la hoja y pasan ahí todo el invierno. En olivos adultos, este daño es menor, pero en plantones o árboles en formación puede frenar el crecimiento.

En primavera llega la generación antófaga, que ataca directamente los botones florales. Las larvas se alimentan del polen, los ovarios y los pétalos, provocando la caída de las flores. En años normales, el olivo compensa. Pero si hay poca flor o mucha presión de plaga, se nota en la cosecha.

La más peligrosa es la carpófaga, activa entre junio y septiembre. Aquí, la larva entra por el pedúnculo y se come la almendra de la aceituna desde dentro. Esto provoca caída del fruto en dos oleadas: una en junio (que puede confundirse con la caída fisiológica) y otra en septiembre, cuando el fruto ya está formado. Esta última es la que más daño económico causa.

Cómo detectar el Prays del Olivo en cada fase

Detectarlo a tiempo es fundamental. En la fase filófaga, hay que observar si las hojas nuevas tienen galerías marrones o están enrolladas. En primavera, hay que revisar las flores secas antes de tiempo, a menudo unidas por hilos finos que dejan las larvas al moverse entre botones. Y en verano, conviene inspeccionar las aceitunas caídas: si ves un agujero junto al pedúnculo, probablemente haya sido el Prays.

Larva del Prays del olivo alimentándose dentro de una hoja, con galerías visibles propias de la fase filófaga.
Oruga de Prays

El uso de trampas de feromonas a partir de marzo es una forma sencilla y eficaz de detectar la actividad de adultos y anticipar los tratamientos.

Tratamiento del Prays del olivo: cuándo y cómo intervenir

No se trata de aplicar productos a ciegas. El tratamiento debe hacerse en el momento adecuado, cuando las larvas están expuestas y los insecticidas pueden hacer efecto. Cada generación tiene su ventana de intervención.

La generación filófaga rara vez necesita tratamiento en olivos adultos. Solo se recomienda intervenir en plantones con mucha presión de plaga, usando productos sistémicos que lleguen a la larva dentro de la hoja.

En la generación antófaga, el tratamiento es más importante. El momento óptimo es cuando el 10-30% de las flores están abiertas, justo antes de que las larvas entren al botón floral. Aquí funcionan bien los productos de contacto y los tratamientos biológicos como el Bacillus thuringiensis, que respetan la fauna auxiliar si se aplican en las horas adecuadas.

En la generación carpófaga, la clave es tratar cuando las larvas empiezan a entrar en el fruto. Si se hace antes, no sirve. Y si se hace después, ya están protegidas dentro de la aceituna. Por eso es vital revisar los frutos y utilizar la información de las trampas.

prays del olivo en estado larvario

Además, hay que evitar usar siempre el mismo insecticida. Alternar materias activas reduce el riesgo de generar resistencias y mantiene la eficacia de los tratamientos.

Control integrado: el enfoque que realmente funciona

El Prays no se controla solo con productos. Un buen plan debe combinar técnicas: biológicas, culturales y químicas. Esto es lo que se conoce como control integrado.

Favorecer la fauna auxiliar es una de las claves. Insectos como crisopas, parasitoides o antocóridos ayudan a mantener la plaga a raya. Pero para que estén presentes, hay que evitar insecticidas de amplio espectro y mantener cierta biodiversidad en el olivar, con cubiertas vegetales o zonas de refugio.

La poda también cuenta. Un árbol bien aireado tiene menos humedad y es menos atractivo para la polilla. Igual que controlar el exceso de vigor: un olivo muy verde, con mucho nitrógeno, es un buffet libre para el Prays.

Por último, eliminar los frutos caídos en junio y septiembre ayuda a reducir el número de larvas que pasan al siguiente ciclo.

Conocer el ciclo, actuar con precisión

El Prays del olivo no es invencible, pero sí es constante. Si entiendes su ciclo y actúas en el momento correcto, puedes mantenerlo bajo control con menos tratamientos, menos gasto y sin poner en riesgo el equilibrio del olivar.

Este artículo forma parte de nuestro bloque temático sobre plagas del olivo. Si te interesa seguir aprendiendo y proteger tu olivar, te recomendamos leer también nuestras guías sobre el barrenillo, el algodoncillo y la cochinilla del tizne.

¿El Prays del olivo afecta igual a todas las variedades de aceituna?

No. Algunas variedades como la Picual y la Hojiblanca muestran diferentes niveles de susceptibilidad frente al Prays. La morfología de la flor, la época de brotación o el grosor de la piel del fruto pueden influir en que una variedad sea más o menos vulnerable. Conocer la sensibilidad de tu variedad puede ayudarte a anticiparte mejor y ajustar el manejo.

¿Se puede usar control biológico comercial contra el Prays?

Sí. Existen productos comerciales a base de Bacillus thuringiensis (Bt) eficaces contra las larvas en fase antófaga. También puedes adquirir larvas de crisopa para sueltas en floración, si bien su eficacia depende del equilibrio del ecosistema. En olivares con biodiversidad alta, el control natural puede cubrir una parte importante del trabajo.

¿Es obligatorio tratar el Prays todos los años?

No siempre. Todo depende de la presión de plaga y del ciclo vegetativo de tu olivar. En algunas campañas, con buena meteorología y presencia de fauna auxiliar, puede no ser necesario tratar. Por eso es clave monitorear con trampas y revisar daños antes de decidir. Tratar por rutina sin evaluar puede ser contraproducente y caro.

¿Qué relación hay entre el Prays y la cubierta vegetal?

La cubierta vegetal puede jugar a favor o en contra. Si está bien gestionada, favorece a los enemigos naturales del Prays y reduce la presión de plaga. Pero si se descontrola, puede aumentar la humedad y servir de refugio a otras plagas. La clave está en el manejo: mantenerla viva, pero con siegas selectivas y control de especies dominantes.

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